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domingo, 27 de octubre de 2013

ENTRENO MENTAL: 25 KM (MAR BELLA- FORUM- BESOS- MONTCADA- BESOS- FORUM- MAR BELLA)

Ayer, Sábado 26 de Octubre tocaba preparar el "coco" para la Behobia-St Sebastián que tendrá lugar el 10 de noviembre. Hasta entonces, mi distancia máxima recorrida en un entreno eran 15-16 kilómetros, sin embargo ayer me levanté sabiendo que tocaban 25 y que iba a ser duro.

Los hice con mi padre, quién ya está más que acostumbrado a hacer distancias como esta y de muy superiores. Una vez ya dejamos aparcado el coche en el parking de arena de la Mar-Bella, me pongo los auriculares para entrenar con música y empezamos a correr.

Los primeros 4 km's eran de asfalto, mi menisco sinceramente se mostraba insatisfecho ante tal superficie, pero no pensé en parar en ningún momento. Cruzamos el puente que cruza por encima del Besos y bajamos por una calle hasta entrar en el paseo que bordea el río, una vez allí corro por encima del césped ya que la amortiguación es mayor y me favorece para que el impacto sea menor y el menisco no cargue tanto. (Tengo una grieta en el menisco interno desde el día 12 de setiembre). 4900 metros marcaba el muro del paseo del río Besós que tenía el tramo de césped, justo en el km4 de ese paseo (km 8 del entreno) pasábamos por la altura del Nus de la Trinitat, es decir que el final del césped ya estaba a las afueras de Barcelona. 

Mis sensaciones eran buenas y corría muy suave con la venda en la rodilla y concentrado en cada pisada, seguía el ritmo que marcaba mi padre, un ritmo que me permitía correr sin molestia alguna. Una vez se termino el césped, venía un camino de tierra que seguía en dirección Montcada, seguimos ese camino durante unos 20 minutos, ya habíamos pasado la famosa cementera que se encuentra saliendo de Barcelona, el camino seguía y seguía (desconozco su fin) pero nosotros ya teníamos 12,5 kilómetros encima y tocaba lo peor (volver). Nos paramos a andar 2 minutos, tiempo en el que me tomé una barrita energética y nos ponemos en marcha de nuevo, me sorprendió el positivismo y las ganas que tenía en ese momento de volver a correr, tenía las piernas bastante cansadas, pero aun y asi pude continuar sin problema alguno al ritmo de la música que escuchaba. 

Se termina el camino de tierra y retomamos el césped, aunque esta vez no iba por el césped, sino por un pequeño sendero de apenas 20cm de ancho que tímidamente se abría paso entre la hierba. Mi padre me dijo que tirase, y así lo hice, aunque no a ritmo fuerte (4'50) si tiraba más la venda de la rodilla se me habría caído y hubiese tenido un dolor extremo, mientras mi padre me seguía a 20 metros, distancia que mantuvo todo el rato. Llegué al kilómetro 0 del césped, eso significaba el km 21 del entreno, las piernas estaban totalmente agarrotadas, pero lo peor estaba aún por venir.

Salimos del Besos y nos dirigimos hacia el Forum, y de allí iríamos ya hacia la Mar-Bella donde teníamos el coche aparcado. El cambio de tierra húmeda a asfalto fue tan duro que mi menisco lo notó y empezó a doler.. cruzamos el puente y giramos hacia la izquierda en dirección a la playa para llegar al Forum, esos kilometros se me hicieron algo más que infernales. Yo acostumbrado a distancias de 10 kilómetros, estaba corriendo lesionado y con una carga encima de 22 kilómetros, llegamos al Forum y le decía a mi padre que no podía más, el me decía que ya llegábamos y yo le insistía en que estaba que no me aguantaba, entonces el me preguntó si quería parar, y rápidamente mi inconsciente respondió: -No. Pero para que iba a parar ahora? llevaba el 95% del entreno hecho, AHORA SE SUFRE, ES LA GRACIA DEL ENTRENO NO? Bien claro lo dije, entreno mental. Si me rindo ahora qué valor tiene este entreno?

Seguí corriendo como pude y fue cuando se me presenta un gran obstáculo, una subida que tal y como iba fue un autentico infierno, era esta:
 
yo venía de allí al fondo, sin pausar mi cadencia pero si reduciendo mi zancada, mi padre la subió haciendo curvas, pero yo no, aunque fuese más duro no estaba dispuesto a hacer metros de más. Se terminó la subida y solo quedaba el último kilómetro en falso llano de bajada, no notaba las piernas, tenia los gemelos agarrotados, los cuádriceps también, el menisco que pedía auxilio.... pero mentalmente me di cuenta de que estaba bien, no me había parado en ningún momento y eso que me lo pensé infinitas veces. Al terminar el entreno me apoye en el coche y mi padre me dijo que convenía meterse un baño, fuimos directos a bañarnos al mar y ese fue mi premio, premio por haber superado este entreno mental que tantas trabas me puso, la sensación en el agua fresca era realmente indescriptible.

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